Monseñor Uriarte y sus amistades peligrosas
31.03.09
El obispo de San Sebastián, monseñor Juan María Uriarte, volvió a irritar a las víctimas del terrorismo al asegurar ayer que la Iglesia debe reivindicar «con valentía» el diálogo como instrumento «insustituible» para toda confrontación, y sostener que no debe incurrirse en el «olvido sistemático» de derechos humanos incluso para los «mayores delincuentes». Piedad de la Iglesia vasca siempre con los mismos. Ya apesta.
Monseñor Uriarte hizo estas afirmaciones durante una conferencia pronunciada en Bilbao, en la que añadió que se debe «demostrar cercanía humana y, en muchos casos, consuelo espiritual» a los familiares de presos etarras, «que no deben pagar las consecuencias».
Monseñor Juan María Uriarte hizo estas consideraciones en una conferencia sobre el papel de la Iglesia "al servicio de la paz", en la que destacó la importancia de "educar para la paz y la reconciliación".
Mientras tanto, el Tribunal de lo Criminal de París condenaba ayer a 14 años de prisión a Ainhoa García Montero, considerada la jefa de información de la organización terrorista ETA hasta su detención en el año 2003.
Desde la AVT, Ángeles Pedraza, vicepresidenta de la AVT, reaccionó con dureza a estas palabras asegurando que es «lamentable» que Uriarte sólo exprese su cercanía hacia los familiares de presos, que al fin y al cabo son «familias de asesinos» porque «si ellos no tienen la culpa, nosotros tampoco». La equidistancia con ETA sigue siendo uno de los peores síntomas de la grave enfermedad que aqueja a muchos colectivos en el País Vasco. En la imagen, Uriarte saluda a Íñigo Urkullu (PNV).